viernes, 28 de octubre de 2016

Con los pies en la tierra


Estamos transitando por la etapa más tortuosa de nuestra historia reciente: un gobierno que desea permanecer en el poder y una dirigencia opositora que hace lo que sea por conquistarlo. Al día de hoy la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha hecho un llamado a Paro, y una marcha hacía el palacio de Miraflores para el próximo jueves 3 de noviembre. Movilizaciones que tienen como fin el cambio de gobierno inmediato, sin buscar la solución a los problemas de base que afectan a la ciudadanía.

Hoy el paro convocado por la MUD se cumple de forma parcial, pero es conveniente responder las siguientes interrogantes, de la forma más objetiva posible:

¿Es un paro cívico o huelga general?
Es un paro cívico, donde la ciudadanía tomó la bandera de paralizar sus actividades cotidianas como protesta. No se han plegado, formalmente sindicatos, ni gremios.

¿Se puede hablar de jornada exitosa?
Eso se sabrá en los próximos días, por ahora, el paro cívico se ha cumplido de forma parcial, se ve en las ciudades y poblados poca gente circulando, para ser un viernes, de quincena y pago de utilidades. Pero los comercios, el transporte y las escuelas están trabajando con normalidad.

¿Debemos condenar a quienes no participaron en el paro cívico?
Sería insensato atacar a quienes decidieron el día de hoy trabajar; muchas son sus razones para laborar: amenazas del Estado y grupos irregulares, falta de producción, vivir del día a día, entre muchas otras.

¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
Lo primero que debe hacer la MUD es asistir a la reunión que programó el enviado del Vaticano para el domingo 30 de este mes, exigiendo el inmediato restablecimiento del proceso del Referéndum Revocatorio. En paralelo se debe seguir con acciones de calle, pero novedosas, con contenido social y buscando en la medida de lo posible un acercamiento al chavismo disidente.

En nuestras manos queda evitar el choque de trenes que desean los radicales de ambos bandos, buscando un número de muertos que justifique en algo la salida o permanencia en el poder de Nicolás Maduro. No podemos dar por sentado que el 80% de la población  que rechaza al actual gobierno, aprueba las acciones de la MUD.

La ciudadanía, al margen de las disputas políticas desea que se le resuelvan sus problemas inmediatos: Inseguridad, malos servicios, alto costo de la vida, entre otros. Desean que haya un diálogo como mecanismo para salir de la grave crisis, que conlleve a una salida democrática y pacífica del gobierno; no podemos estar en predisposición por las acciones de una cúpula corrompida.

Con los pies en la tierra debemos seguir buscando los mecanismos que nos ayuden a salir de esta pesadilla, entendiendo que no será de forma inmediata como muchos quisiéramos, pero con la conciencia plena de que lo lograremos evitando que la sangre llegue al río.

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