De: P. Miguel Augusto Matos, s.j.
Para: Mayor General Vladimir Padrino López.
Ministro del Poder Popular para la Defensa
Caracas, 26 Junio
2017
General Vladimir
Padrino López. Reciba mi saludo más respetuoso. General, por favor, decídase.
Por el bien de Venezuela, decídase. Usted es la autoridad máxima y el rostro
visible de una institución cuya participación es irreemplazable a la hora de
impulsar una salida incruenta del drama que vive nuestro país.
El país entero se
pregunta: ¿Cuántos compatriotas van a tener que morir antes de que algún suceso
superior cambie esta tragedia? ¿Cuándo va a pasar algo que detenga el grado de
deterioro que se come al país entero? ¿Es que a las esferas en las que Ud. se
mueve no llegan los informes sobre el hambre que desespera, que aturde, que
está arruinando para siempre el organismo de millones de venezolanos? El hambre
que hace que los niños no puedan ir a la escuela. ¿Es que hasta ese mundo
blindado en el que ustedes viven, no llegan las informaciones sobre las muertes
por falta casi absoluta de medicinas? La tortura que hace languidecer en las
colas a cientos de miles de compatriotas. Existen además serios testimonios
según los cuales las fuerzas de seguridad asesinan, hieren, torturan, roban,
humillan, violan y allanan hogares sin ningún apoyo jurídico. ¿Quién va a detener
los abusos de autoridad como lo que significa el confinar a un grupo de jóvenes
manifestantes a un lugar como todos sabemos que es la cárcel de El Dorado?
¿Vamos a dejar que se
radicalice este estado de cosas como para alimentar el deseo de los que sueñan
con algún tipo de intervención extranjera?
Con muchísimo dolor
tenemos que decir que en este país ya son pocas las cosa funcionan bien. Hasta
el mismo perfil conductual del venezolano se ha ido dañando. Ya no somos como
éramos antes. Ya no nos comportamos como lo hacíamos antes. Jamás nos habíamos
imaginado que íbamos a hundirnos tanto.
Pero da la impresión
que ustedes viven en otro país. Ustedes hablan como si los venezolanos fuéramos
estúpidos. Ustedes se valen de la paciencia de este pueblo y de su sabiduría.
Han logrado sembrar tanto pesimismo, tanta impotencia, tanta resignación.
General Padrino, le
recuerdo que usted es la mayor autoridad militar real del país. Usted tiene la
responsabilidad de hacer que esa reserva, que representan las fuerzas
militares, oigan y obedezcan el grito de socorro de las mayorías nacionales.
Asuma esa responsabilidad o usted personalmente o apoye a otra figura que pueda
aglutinar al mundo militar.
De lo que se trata es
que usted garantice el apoyo de las FFAA a un grupo de venezolanos que
configuren un Gobierno de Salvación Nacional. Ese grupo debe reunir a los
representantes de las diversas fuerzas que puedan comenzar inmediatamente la
reconstrucción del país, incluido el sector bolivariano. Esta autoridad debería
enfocarse, como primera e impostergable tarea, en una estrategia referente al
vencer el hambre y a la falta de medicinas. Esta es la urgencia más dramática
que atormenta a la población.
Igualmente, esta
entidad debería comprometerse, para que en un lapso razonable, se celebren las
elecciones que tenemos pendientes. También tendría que terminar de enterrar la
convocatoria de la Asamblea
Constituyente o asegurar que si se va a convocar, se cumplan las bases comiciales
constitucionalmente.
El tiempo se nos
agota, antes de que el pueblo nos pueda sorprender con un repentino y razonable
estallido. Las condiciones objetivas están dadas para que esto se dé. Si eso
ocurriera, no podemos ni imaginar las dimensiones que podría tener este “ajuste
de cuentas”. De lo que se trata en este mismo momento es de detener el
recrudecimiento de todas las condicione adversas que estamos soportando. Habrá
muchas otras situaciones que se deberán atender en forma más mediatas. Por eso repetimos el grito de auxilio: intervenga
para detener tanto daño. General Padrino López, decídase y actúe!
Miguel
Matos, s.j.
Sacerdote
Jesuita
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