Ésta ha sido una
frase histórica dicha, según los conocidos, por José María Vargas al capitán
Pedro Carujo, durante la Revolución de las Reformas, cuando este último le
solicitaba la renuncia a Vargas. El diálogo ha quedado para la posteridad de la
siguiente manera:
Pedro Carujo: "Señor Vargas, el mundo es de los
valientes"
José María Vargas: "No, el mundo es del hombre justo. Es
el hombre de bien, y no del valiente, el que siempre ha vivido y vivirá feliz
sobre la tierra y seguro sobre su conciencia"