En
menos de seis meses Venezuela ha sufrido, por lo menos, ocho apagones, que
dejan a millones de ciudadanos a oscuras, incomunicados y bajo una
incertidumbre sin precedentes. La respuesta oficial no puede ser otra: el
saboteo al sistema eléctrico; pero la realidad es evidente para todos: la falta
de inversión, corrupción y en varios casos, sobreprecio de plantas eléctricas
que han enriquecido a unos pocos.