Hoy las fuerzas
democráticas están en la encrucijada más importante de su historia; definir la
estrategia a futuro puede ser determinante para el destino del país. Es
necesario que los partidos políticos amplíen su rango de acción, no solo a lo
electoral, sino también a lo social, donde han tenido las mayores deficiencias en
los últimos años.
Hace casi un lustro,
cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) tuvo su triunfo electoral más
importante; no se había profundizado la crisis, el chavismo/madurismo tenía más
respaldo popular y la oposición no tenía la diversidad que vemos el día de hoy.
Lamentablemente algunos líderes piensan que Venezuela no ha cambiado y que el
entorno es igual; los análisis no han evolucionado y piensan más en aplastar al
adversario, que buscar algún punto de encuentro.