viernes, 11 de noviembre de 2016

Ochoa Antich rechazó que se imponga un ultimátum al diálogo


Para Enrique Ochoa Antich más allá de la constatación principista según la cual el diálogo debe ser consustancial a toda democracia, éste que tiene lugar en Venezuela es algo más histórico y concreto. "Lo que debe ser habitual, aquí se nos presenta como extraordinario, tanto que hasta de valedores foráneos requiere. ¡Será tal la fractura política que al Papa Francisco hubo que llamar!", resaltó el directivo de la organización Foro Cambio Democrático.

Ochoa afirmó que ninguno de los competidores por el poder puede imponérsele al otro. "El Gobierno, sí, se impone, como lo hizo al arrancarle de un manotón dictatorial al pueblo su constitucional derecho a un revocatorio, pero tendrá que asumir un costo político que no querría seguir pagando. Por su parte la oposición tiene presuntamente el respaldo de una amplia mayoría que la escoge más como instrumento de castigo que por lo que ella misma representa, pero no tiene la fuerza suficiente para doblegar a su contrincante. La oposición con la mayoría y un creciente apoyo internacional, el oficialismo con el poder y la fuerza (presidencia, presupuesto, instituciones, y, hasta nuevo aviso, mando de la FAN)".

Explicó que ese análisis elemental de la correlación de fuerzas, que forma parte del ABC del oficio político, es lo que cierto radicalismo infecundo no está en capacidad de comprender, sumergido en un falso moralismo que sólo ha conducido en el pasado a que el mal que dice adversar se perpetúe (Carmona, paro, abstención, guarimbas), poseído de un pensamiento mágico del tipo "Marcha del no-retorno" de tan infausta recordación, y fanatizado por el rencor y la impaciencia. Por eso desde esa trinchera inútil se vilipendian el diálogo y la negociación como si fueran infames traiciones y claudicaciones.

Desde el Foro Cambio Democrático señaló que se han opuesto a la idea misma de ultimátum, pues todo diálogo requiere de tiempo. Rechazó  la idea que sugiere que la salida de Maduro "ya" es una precondición del diálogo, punto de honor que por serlo compromete la negociación. "¿O creemos que el Gobierno está tan débil que acudirá de pie juntillas y con las manos atadas a la mesa de diálogo a firmar su rendición?", se preguntó Ochoa. “Si es un diálogo, si es una negociación, entonces es otra cosa pero no una rendición incondicional como algunos expertos en ilusionismos y levitaciones creen”, replicó Ochoa Antich.

Por último, el analista concluyó que quebrantado como ha sido el hilo constitucional cuando el partido-gobierno-Estado suspendió arbitrariamente el revocatorio presidencial, el objetivo nacional es rehacerlo mediante un pacto político que entre otros aspectos conduzca a un calendario electoral progresivo y, ojalá, a un Gobierno de Unidad Nacional. "Es lo que los venezolanos de buena voluntad demandan".



FuenteEl Universal

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