jueves, 22 de diciembre de 2016

Reconstruyendo el Tejido Social


Los últimos años hemos visto como el devenir de nuestra sociedad ha ido desmejorando nuestras relaciones personales, familiares, comunitarias y sociales, todo por la implementación de un discurso de odio por parte de un sector político-partidista, que ha contagiado a otros sectores como el económico, el social, gremial, sindical, académico y militar. Un muy mal manejo de la política nos ha llevado a un cauce nada positivo, un ejemplo de ello son los eventos de la última semana, donde se dieron  saqueos producto de la impotencia por la falta de efectivo y el hambre, que llevaron a una violencia exacerbada, al vandalismo y la destrucción de negocios y propiedades lo cual tiene como consecuencia la reducción al máximo de la inversión de pequeños y medianos comercios, la falta de inversión en nuevos emprendimientos y la destrucción del empleo directo e indirecto.

Aunque el panorama parece muy oscuro, ante la realidad hay iniciativas que buscan romper con esa marcada división que nos ha dejado el discurso de resentimiento de lado y lado, muchas veces alimentado por una “verdad absoluta”; dichas iniciativas se enfocan en buscar puntos de encuentro entre los miembros de una comunidad, para superar sus diferencias político-partidistas, y que estas no sean obstáculo a la hora de buscar la solución a los problemas y necesidades más importantes de su entorno: servicios públicos, vialidad, alimentación, seguridad, etc. Nuestras diferencias político-partidistas no deben ser un escollo para buscar el encuentro con el otro, un encuentro que nos ayude a mejorar no solo nuestras relaciones humanas, también a mejorar, en la medida de nuestras posibilidades el entorno.

Desde el Centro Gumilla y la Universidad Católica Andres Bello (UCAB), se hacen esfuerzos en las comunidades por reconstruir nuestro maltrecho tejido social, lo cual significa un proceso profundo y necesario para asentar las bases de una nueva Venezuela. Aunque en las altas esferas políticas se trata, con tropiezos, de desarrollar un diálogo, es necesario intervenir en nuestras comunidades y lograr un acercamiento entre actores que hasta hace pocos años no se podían ni ver. Requerimos que nuestros líderes de base sean los grandes promotores y pioneros de una gran reconciliación, tan necesaria en nuestra sociedad luego de 18 años de siembra de odio y resentimientos.

Hay una tarea muy ardua, nada sencilla, que es la recomposición de nuestro tejido social desde lo básico. El éxito del diálogo político está condicionado por la sustancia que este tenga, sin conexión con las necesidades reales de la gente, seguiremos alimentando la problemática social. Es imperioso replicar en todos los rincones de nuestro país los esfuerzos del Centro Gumilla y de la UCAB por construir espacios de encuentro y puntos de conciliación en las comunidades, buscando la tan anhelada reconciliación entre los venezolanos. 

1 comentario:

  1. Excelente artículo...
    Universidades, Instituciones Educativas y ONGs deben ser copartícipes de la reconstrucción!

    ResponderEliminar